La SGAE y el puto ebanista
Relay | mayo 7, 2009En una de estas idas de olla de mi mente ayer por la noche, volví a recordar la noticia de joneame del terminator de las maderas (una máquina que corta árboles, los pela como plátanos y los secciona en 3 partes dependiendo de las medidas, y en cuestión de medio minuto).
Tras esto, recordé la argumentación rara del ebanista cuando se le explicaba lo del canon de la SGAE en Meneame.
Bien, tras darle una simple vuelta de tuerca al asunto, descubrí exactamente qué es lo que hace la SGAE, a nivel lógico me refiero, puesto que ya sabemos todos que nos roban. Pero nadie, hasta ahora, se ha atrevido a definir el patrón que lo hace único.
A modo de simple resolución, la SGAE nos cobra un alquiler por algo que hemos comprado. Aunque esto parece complicado, es tan simple como lo que es: una simple frase.
Lo explicaré basándome en la noticia del ebanista, y criticándole.
No dudo de que este hombre sea un artista, y reconozco un buen mueble cuando lo veo. La casa de mis padres está plagada de muebles de madera del estilo colonial hecho a medida y, que yo sepa, únicos en la isla (aunque eso no incumbe demasiado, simplemente quiero ratificar que he pasado parte de mi infancia y adolescencia rodeado de buenos muebles y reconozco las obras de arte y los detalles).
Pero cito textualmente del blog de su hijo hija, lo que el ebanista comenta tras meditar lo del canon:
«Cuando mi padre lee noticias como esta y yo le explico un poco como funciona eso de la Sociedad General de Autores y los derechos de Autor, él mueve la cabeza y dice que así se lo tendrían que montar los del gremio de la madera y el corcho. De esa manera, cada vez que un investigador vaya a la Biblioteca Nacional, coja un libro de una estantería, se siente en una silla y ponga el libro sobre la mesa, tendría que pagar tres cánones al gremio de la madera y el corcho, porque la estantería, la mesa y la silla, son obras de arte que mi padre y sus compañeros idearon en un papel y luego dieron forma a partir de tableros de madera.»
A ver, señor carpintero. Si yo le pido unas sillas, se supone que usted ya le ha puesto su precio por su trabajo y por ser un artista una vez terminado el producto. ¿Por qué tengo que pagar un extra cada vez que alguien se sienta en ella, si yo ya le he pagado el producto?
De todas las sillas que usted hizo para la biblioteca, le pagaron su sueldo por hora y maestría, además de que la empresa para la que trabajó cobró cada silla/mesa que, gustosamente, se le abonó. Lo que tiene que entender es que, sea cual sea el producto, una vez adquirido y pagado, se supone que ya no se tiene que pagar nada más: a eso se le llama comprar.
Además, cada artista/empresa es libre de poner el precio que quiere, pues no es lo mismo comprar un producto en la tienda de los chinos que comprarlo en El Corte Inglés (por poner un ejemplo).
De todos es sabido que un alquiler a largo plazo saca muchísimo más beneficio que vender el mismo producto a una sola persona. Pues ese beneficio es fijo y único, no es un ingreso diferencial a medida que pasa el tiempo como el del alquiler.
Solo faltaría que, de todas las sillas que tengo en casa, cada vez que me siento en una tuviera que meter 1 euro en una hucha para dársela luego al carpintero o a IKEA. Coño, si las he comprado las he comprado, para eso no me las vendas y regalamelas… pues te voy a estar pagando cada vez que me siento si me las alquilas.
Malditas mentes antiguas.
No digo que no sea arte, y que el tallado de las mesas y de las sillas no sea el mejor, pero en su día ya se pagó ese trabajo y producto, al igual que ocurre con la SGAE: además de cobrar un canon en los productos grabables y derivados, hay que pagar derechos en cada concierto o evento.
Es lo que ocurre con la SGAE: tras tener los discos originales para poner en una fiesta de boda o comunión/cumpleaños, encima se tiene que pagar el alquiler de esa música.Es como si cada vez que veo mis dvd’s originales comprados, tuviera que meter mi VISA en el reproductor para pagar 50 céntimos a los de la tienda de alquiler de DVD, porque como me lo he comprado y ya no voy a tirar de ellos para ver la peli, pues les estoy perjudicando y tienen que comer.
No, no, no señores. Esto no va así.
Buenos días. Soy la autora del artículo al que tu
Pilar | mayo 7, 2009Buenos días. Soy la autora del artículo al que tu haces referencia, repito, autora, porque te refieres a mi como el hijo del ebanista y soy la hija del ebanista.
No voy a entrar en si tus argumentos son válidos o no, puesto que son tan respetables como los mios, pero te agradecería que en ocasiones futuras no usaras un artículo de otra persona para insultar. Mi padre no es un puto ebanista, ni es un ebanista de los cojones. Podías haber escrito tu artículo sin faltar al respeto a alguién al que no tienes el gusto de conocer y había quedado igual de bien.
La próxima vez, búscate una idea original para tus artículos y no uses el trabajo y las ideas de los demás para menospreciar su contenido.
Si la forma de rebatir una idea es insultar a
Emilio | mayo 7, 2009Si la forma de rebatir una idea es insultar a un trabajador, mal vamos.
Le recomiendo que la proxima vez en lugar de faltar el respeto un trabajador, se mire al espejo y piense si le gustaria que le aplicasen los mismos calificativos que usted utiliza en este articulo
Atentamente
Emilio
Primero pedir perdón por lo del sexo, en el post
Relay | mayo 7, 2009Primero pedir perdón por lo del sexo, en el post original aparecía nombre del autor, pero tampoco indagué en si detrás de ese pseudónimo había un chico o chica.
Segundo pedir perdór por las ofensas, no quería insultar de esta manera, quería que se viera como algo irónico (a veces escribir los comentarios que dirías en voz alta sin ánimo de ofender resulta en este tipo de malinterpretaciones).
Otra cosa es que, tal cual hablo de los ebanistas también los califico de artistas y maestros como se puede observar en el post, al igual que otros oficios (así que les tengo todo el respeto del mundo, solo faltaría), pero mi intención no era rebatir insultando (evidentemente voy a borrar los adjetivos despectivos pues se han malinterpretado en ese aspecto).
Mi intención era comentar la idea surgida del comentario del ebanista, por eso copio y pego y, como toca, enlazo a la fuente, no plagio en ningún momento… solo cito textualmente y doy la fuente del post, después desarrollado con mi punto de vista; eso no es plagio, es comentarlo en un post.
Pero acepto cualquier crítica en cualquier aspecto del post. Entiendo sus apuntes.
Algo así explican los de la $GAE: Cuando adquieres un CD
Raggar-bil | junio 17, 2009Algo así explican los de la $GAE:
Cuando adquieres un CD estás pagando por el derecho a usar esa música de manera privada. Por eso hay páginas web que te ofrecen la posibilidad de bajarte la música a tu disco duro, sin recibirla en un soporte físico, sin que ello implique que dejes de pagar. La música que se reproduce en una boda o en cualquier otro evento público no está cubierta por esa licencia de uso privado, y es por ello que tienes que abonar otra suma de dinero, aparte de la que te cobraron cuando adquiriste el disco.
Es como si contratas a la vecina del ebanista para que te la chupe y te presentas con media docena de amigos. Dirá que eso no era lo acordado y te pedirá más dinero, argumentando que deja de ser un servicio particular para convertirse en una orgía. 🙂
Pero una cosa son los servicios y la otra la
Relay | junio 17, 2009Pero una cosa son los servicios y la otra la música o el producto.
En el caso del ebanista, el producto es la mesa, silla o lo que sea que haga el artesano.
En el caso de la música, no deja de ser un producto, dado que siempre tiene la misma función, como en el caso de las sillas, siempre hace lo mismo: poder sentarte en el segundo caso; y en el primero siempre se reproduce la misma música de la misma manera, no hay cambio ni nada que varie.
Por eso, lo del canon es descabellado en ambos casos.